Tras haber celebrado públicamente la supuesta anulación definitiva del proceso penal en su contra por el delito de fraude, los hermanos Herbé Jesús y Gibrán Herbé Rodríguez Coello —nietos del exalcalde de Mérida, Herbé Rodríguez Abraham— sorprendieron al movilizarse nuevamente el pasado 29 de mayo para citar a la parte denunciante en una audiencia judicial.
Esta nueva acción contradice abiertamente lo que se había presentado en días recientes como un “triunfo legal definitivo” y pone en evidencia que el caso no está cerrado, como se había difundido a través de medios afines a los acusados. Por el contrario, este movimiento confirma que el expediente sigue abierto, con aspectos pendientes de resolución, pruebas por desahogar y líneas de investigación aún activas.
Cabe recordar que en enero, la jueza Jazmín Ojeda Alayón, del Juzgado Segundo de Control del Primer Distrito Judicial, dictó el sobreseimiento total del proceso penal, tras considerar válidos los argumentos y datos ofrecidos por la defensa. Esta decisión desestimó las pruebas presentadas por la Fiscalía General del Estado, así como los testimonios de la víctima, Zara Rodríguez.
Sin embargo, los hechos recientes contrastan con la narrativa de la defensa. La citación sorpresiva a la parte acusatoria indica que el proceso podría reabrirse o que se están tomando medidas para reorientar la estrategia legal ante un posible giro en el caso.
Este movimiento ocurre además en un contexto político delicado: el proceso electoral para la elección de magistrados. La coincidencia temporal ha generado suspicacias sobre posibles intentos de blindaje judicial por parte de los hermanos Rodríguez Coello, quienes —según fuentes cercanas— estarían buscando desactivar o bloquear pruebas que podrían comprometer su situación legal si el expediente se reanuda formalmente.
Mientras los implicados insisten en presentar una imagen de absolución total, sus propios actos reflejan lo contrario. Lejos de haberse resuelto, el caso sigue activo y sujeto a nuevas diligencias judiciales. En este escenario, los intentos por deslegitimar a la denunciante o minimizar las acusaciones parecen formar parte de una estrategia de presión, aún sin éxito.
El llamado “caso Rodríguez Coello” regresa a la atención pública no por una resolución judicial definitiva, sino por las evidentes contradicciones entre el discurso mediático y la realidad legal. Las nuevas acciones confirman que el proceso sigue abierto y que aún hay mucho por esclarecer.